viernes, 28 de agosto de 2015

ANTECEDENTES HISTORICOS



La historia de Chile se divide generalmente en doce periodos que abarcan desde el comienzo del poblamiento humano del territorio del actual Chile hasta la actualidad.
El periodo prehispánico corresponde a la historia de las diferentes etnias amerindias presentes en el territorio, extendiéndose desde alrededor del año 14 800 a. C. hasta la llegada de los españoles. A partir de 1492, se iniciaron las exploraciones europeas en el continente americano. En 1520 Fernando de Magallanes y su expedición fueron los primeros europeos en llegar a Chile por el sur a través del estrecho que hoy lleva su nombre, y en 1536 Diego de Almagro comandó una expedición hasta el Valle del Aconcagua y el norte del actual Chile.
El tercer periodo corresponde a la conquista española, que se extendió entre 1536  y 1598 con la Guerra de Arauco, durante la cual los españoles estuvieron cerca de ser exterminados por los indígenas mapuches. El período colonial cubre algo más de dos siglos, entre 1598 y 1808, lapso marcado por el establecimiento de las instituciones coloniales.
El denominado periodo de la Independencia se desarrolló desde la deposición del gobernador español, García Carrasco, en 1810 hasta el exilio del Libertador Bernardo O'Higgins en 1823. Estuvo marcado por diversas batallas contra los realistas, que lograron reconquistar brevemente el país, y por problemas en su gobierno. Una vez que la independencia del país fue lograda, siguió un periodo de organización del estado chileno, entre los años 1823 y 1830, que vio sucederse tres gobernantes y dos constituciones.
Entre 1831 y 1861, tuvo lugar el periodo de la República conservadora. Estuvo marcado por la puesta en vigor de la Constitución de 1833, establecida por Diego Portales, con un gobierno fuerte y centralizador. A pesar de algunos intentos de subversión, se mantuvo la estabilidad institucional y el país conoció la prosperidad económica.
El octavo periodo, conocido como la República liberal, que se extendió desde 1861 hasta 1891, estuvo caracterizado por una mayor estabilidad política y permitió una extensión del territorio hacia el sur y el norte.
A partir de la guerra civil de 1891, comenzó la República parlamentaria, que se prolongó hasta la promulgación de la Constitución de 1925. El Congreso nacional dominó la política y el presidente devino una figura prácticamente sin autoridad. El país se urbanizó y se crearon los primeros sindicatos.
La República presidencial marcó un cambio en las instituciones, con la Constitución de 1925, hasta el golpe de estado de 1973. Tres partidos dominaron la política: los radicales, los demócrata cristianos y los socialistas. Numerosas empresas públicas fueron creadas en este periodo. Su final estuvo marcado por el triunfo de la izquierda y las ideas socialistas.
Luego del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende, un régimen militar dictatorial ocupó el poder, con una junta de gobierno dirigida por el general Augusto Pinochet. Decenas de miles de opositores fueron arrestados, torturados o asesinados, incluso en el extranjero, mientras que otros fueron expulsados o condenados al exilio. Con la ayuda de los Chicago Boys, Pinochet llevó adelante una política económica liberal, y una nueva constitución fue adoptada en 1980.


Finalmente, la transición hacia la democracia es el periodo actual que comienza a partir de 1990, al asumir la presidencia Patricio Aylwin y se caracteriza por un fuerte presidencialismo amparado por la constitución de 1980.


                                       Chile y la guerra fría
Como ya sabemos, el conflicto comienza entre Estados Unidos y la Union Soviética, pero las huellas quedaron en todo un planeta.
Un buen ejemplo es Chile, no podemos culpar a estos países de lo sucedido, pero aun así debemos recalcar la gran influencia de las potencias.
Por su parte Estados Unidos en el periodo de campañas presidenciales, aportaba grandes cantidades de dinero para apoyar al oponente de Allende. Más tarde habría dispuesto alrededor de 7 millones de dólares para apoyar a las fuerzas anticomunistas.
En 1973 durante el gobierno de Allende, fuerzas armadas y carabineros llevaron a cabo el golpe de estado, influenciados por la CIA, R. Nixon, G. Bush, entre otros personajes con poder.

Por otro lado la Unión Soviética significó una fuente de inspiración para los comunistas.
A diferencia de E.E.U.U. la Unión Soviética aporto política y moralmente, además después del terremoto de 1971 regaló una fábrica capaz de construir 70.000 m. Cuadrados de edificios en un año.

Quizá en un principio no hubo violencia física, ya que Allende no lo permitía, pero luego del golpe de estado no solo afecto en los ideales del pueblo y en sus posturas, llego mucho más allá. Muchísimas muertes y desapariciones injustas, represión, violación a los derechos humanos, sistemas educacionales que aún nos afectan, esto y mucho más son las huellas que dejo en nuestro país la llamada "Guerra Fría"
Chile Pese a estar ubicada geográficamente lejos de los principales escenarios de la guerra fría, nuestro país fue influenciado también por la división del mundo en bloques. Poco después de terminada la segunda guerra mundial, Chile cayó en el área de influencia de Estados Unidos. El instrumento legal que lo consagraba fue la  firma en 1947, del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR o Tratado de Río. De acuerdo  a este tratado todos los países miembros debían apoyar política y militarmente al país que fue agredido por alguna potencia. Esto quería decir que Estados Unidos, como potencia mayor del continente, se transformaba en una suerte de protectora de los demás países, en caso de conflicto bélico.
En la década de 1960, la intervención de las dos superpotencias en la política chilena se intensificó. Tanto la URSS como EE.UU. efectuaron ayudas económicas a partidos políticos chilenos, de manera secreta, como parte de las políticas generales destinadas a Sudamérica.
La intervención de unos y otros se hizo aún más evidente cuando Salvador Allende es elegido presidente por elección popular, instaurando el primer gobierno socialista que llegaba al poder por una vía distinta a la revolución. Los ojos del mundo y los de los bloques se centraron en el proceso chileno: por un lado, se incrementaba el apoyo de la órbita soviética a través de los lasos de cooperación con Cuba y, por otro, las estrategias de desestabilización para impedir que Chile se volviera comunista, que desencadenaron  luego el golpe de Estado de 1973, en el que, de acuerdo a documentos conocidos hace poco tiempo, hubo una real intervención  de EE.UU.

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